Y cuando entonces le conté
todo aquello que había perdido
las fotos
los libros
las miles de horas de mi vida
puestas en unas pocas palabras
que jamás nadie
leería
Me dijo
nena
tranquila
No es una foto
en el espacio
lo que te protege
de perderte en el olvido
Pero si acaso
no te alcanza
con el espacio en tu memoria
para saber quién sos
de esa
que fuiste
en aquél cielo multicolor
Acá estamos
En la cima
bien arriba
Nos nos vemos
pero confiá
Esa del vestido al viento
y ese loquito de rulos
somos
vos y yo
Tengo un amigo
que me pidió que lo escriba
Un peregrino
de ojos albicelestes
que te abraza
tan fuerte
que te envuelve
como una mermelada de durazno
Tengo un amigo
que me pidió que lo escriba
y como sé que lee
le diría
que a donde sea
que vaya
guardaré
en mi almita
cada cielo
cada montaña
cada río
y que
aunque sea tarde
siempre
(siempre)
se hace de día.