Se puede borrar y volver a escribir.

domingo, 22 de mayo de 2016

Hijos nuestros.

Llegué sobre la hora. Unos minutos antes, tenía un mensaje en mi teléfono: "Hay mucho gente. Creo que venían a ver la del chileno y la pibita, pero se quedaron sin entradas. Y bueno, sacaron para la de la sala 3. Pero ya tengo las nuestras. Buscame en la fila". La luna se refleja redonda y brillante en el Congreso vacío. Es sábado y otoño. No veía tanta gente en ese lugar desde que se estrenó una que casi gana el Oscar.
Me escabullo entre las ancianas, las parejas, los amigos. Le pido permiso a un señor para que me deje pasar y no se mueve. Gesticulo ofendida. "¡¿Lo viste?!", le digo mientras lo beso.
Tenía un libro en la mano. Brasilero. Yo venía con Hemingway en la cartera. Tres amigas que sobrepasaban los 60 años, cada una, conversaban entre ellas aunque, me confiesa, ya le habían recomendado otro del mismo autor y admitido que, a pesar de ser bosteras, habían escuchado muy buenas críticas y decidieron ir juntas a verla. Nos pidieron que por favor no las tratemos de usted.
"¿Vos vas a querer ir a Pippo después? Podemos ir a ese naturista que nos gusta". Creo que ganó Pippo. 
Nosotros íbamos a ir a comer un sandwich de bondiola a un bolichito en Moreno y Pasco que nos habían recomendado. En la barra y con birra. 
Me llama la atención uno con gorro de piluso que recorre la fila al grito de "¿A alguien le sobra una entrada? Cambio entrada por la de Darín, dicen que está muy buena". Tenía una heladerita portátil en la mano. Calculo que adentro estaba llena de Gatorade.
Se suma otro con el equipo deportivo, escudo en la campera, escudo en el pantalón. Qué lindos colores tenemos, pienso.
El boletero es el mismo que corta los tickets, así que hasta que no vende la última entrada, la cosa no arranca. Ya estamos en hora.
Nos toca. Entran los que llegaron muy temprano. Ahora, nuestro turno.
Elegimos un buen par de asientos.
"Traje caramelos", le aviso. Me besa.
Entran el de gorro de piluso y el del equipo deportivo. Esto va a estar bueno, pienso otra vez. Trajeron amigos. Y la heladerita.
"Vengo del barrio de Boedo..."
Aplaudimos. Nos sumamos.
"...barrio de murga y carnaval..."
Se apagan las luces.
"...te juro que en los malos momentos..."
Nos quieren callar.
"Dale dale Matador, dale dale Matador"
Empieza la función.
Producción; dirección; con la actuación especial de... 
El escudo cuelga del espejo retrovisor.


Dicen que estamos todos de la cabeza...
Hijos Nuestros.


jueves, 12 de mayo de 2016

Tiempo de vagar (de Boedo a Paternal).

Contame
cuentos,
canciones;
contame
qué hacen ahí
esas piedras 
amontonadas, 
esos dibujitos
en la pared

Leamos 
de un mismo
libro
Caminemos 
de
Boedo 
a
Paternal


Vayamos a ver
de qué color
es el fondo
de 
algún río
lejos de casa
y a qué huele
el aire
en Bombay

...

Y entre
sueño y sueño
dejame
amarte
así
siempre
Vos
fuerte, gigante
y yo
algo loca, 
despeinada
Pero dejame
amarte
así,
de Boedo a Paternal.