Se puede borrar y volver a escribir.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Vi luz, ilusión.

Una ilusión
que viaje a través del tiempo
a la velocidad de la luz
que llegue lejos
bien lejos
como a diez mil kilómetros,
o más.

Una ilusión 
que viene desde adentro
muy cargada
desgastada
pero celeste
y hambrienta            
de una voz

Una ilusión
que te encuentre tal vez
con los pies embarrados
con la barba más larga
y la valija repleta
de historias
para mi

que voy a estar
tal vez más vieja
tal vez más marcada
pero con el realismo intacto,
sutil
                  y con un trébol de cinco hojas en la mano.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Se vende.

Santa Cruz de la Sierra. Bolivia. 2009
No necesito una pileta
tengo un balde
No necesito una manguera
tengo un balde

No me hace falta un trago
Ni siquiera un Borges o un Soriano
me sobra con Bukowski
y el mate

Podría tocar un tema en la guitarra
o (intentar) entonar una de Spinetta
pero en la radio
suena Charly:

"Cuando estas muy sola en la calle
Con tanta gente hablando a tu alrededor
Necesitas alguien que te acompañe..."

Necesito cambiar la música
cambiar el aire
las sábanas
la piel y el lenguaje

Tengo flores 
en el cenicero
y cenizas 
en un florero

El reloj
ya no hay tiempo
pasa y sobra
todo al revés, tal vez, después

No necesito verte ni olerte
tengo tu foto
en la pared
y tu mano apretándome la espalda


Y tengo un pincel 
naranja, verde
tengo el cielo en los pies
                                    y una luna en la cabeza.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Van diez.

Más cuatro. Menos cuatro. 
Más dos. 
Por diez. 
Dividido dos. 
Cero. Ser. O... 

No soy buena para las matemáticas. 
Ni para los negocios. 
No soy buena para varias cosas. Menos para vos.

Giras giras y nunca te pareces marear. 
Restas y nunca sumas. 
Nunca amas. Nunca más. 

Venís, dividís, te vas. Volves.
Me potencias hasta la raíz. 
Me fraccionas la cabeza en mil pedazos. 
Y ya nada es igual. 

Y son casi las diez. Son casi diez. 
Y uno más uno. Ahora son tres. 
Giro giro y me mareo hasta vomitar.
  
Y todo vuelve a empezar. 

Hasta que te multiplico por cero
 y desapareces.

La diez. Bolivia.



domingo, 1 de noviembre de 2015

El mejor vestido.

Siempre detrás de mi
a un costado
donde puedo verte
olerte
detrás de mi

Siempre yéndote
poco
quedándote
huyendo riendo
detrás de mi

Maldigo los domingos
los diciembres
las promesas 
las dedicatorias en los libros
y la luna llena

Siempre esperando
atento 
incierto 
despierto
adentro

y yo siempre
buscándote

con mi mejor vestido

y encontrándote
siempre

por encima
del resto

San Marcos Sierras 2015.

jueves, 8 de octubre de 2015

Con ese.

Encontrar un sucesor
esa es la cuestión

que suceda
que seduzca
que sin dudas
sea sucinto

no suntuoso
sin sentido
ni sombrío
sostenido

Encontrar un sucesor
esa es la cuestión

en el sopor
en el sudor
superfluo
un señuelo 
sutil

un susurro
sereno
satírico
o sarcástico
sigiloso

Sinuosa
y salvaje
sabiduría
me sumerjo
suspiro

soledades 
en sierras 
encierran
y sauces sanan
salvan


la cuestión
del sucesor.

Soledad. Sierras. San Marcos.

domingo, 4 de octubre de 2015

Domingo sin alma.


Suena la alarma
domingo sin alma

que quiebra el silencio
del sol fuerte entrando por la ventana
La casa de la Chakana. San Marcos Sierras.
de una sábana pesada
que cubre la amnesia
de una mancha de vino
de la bici atada
en un árbol de la cuadra

Suena la alarma
domingo sin alma

que despierta el sueño
de la heladera vacía
de una pila de almohadas
de tus pies enroscados
de mis ojos cansados
del son de ayer
del ser mañana



Suena la alarma
Proclama
que
Cuando es mucha la calma
llega un domingo sin alma.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Unodeldosmilnueve.

¿Qué te pasa Buenos Aires?*

Mientras caminas por la Avenida pensando lo extraño que es pisar hojas secas con tus sandalias de cuero marrones, te alegras porque saliste de casa cuarenta y cinco minutos antes y, esta vez, no vas a llegar tarde.
Fruncís el ceño y entrecerrás uno de tus ojos cuando visualizas que hay como veinte personas esperando para hacer lo mismo que vos. O parecido.
Pasa uno y no para. Otro, tampoco para.
“Ahí viene”. Ya se te cansó el brazo de tanto alzarlo a la altura de los hombros en clara señal de esperar que alguien frene y te rescate de la quietud. Para y entonces, lo predecible: sube gente, sube gente, sube gente.
A los lejos aparece otro amarillo y obviamente, tomas la decisión incorrecta. Lo esperas a él. Pero entonces, lo impredecible: no para.
“Allá viene otro”. Pero entonces, lo impredecible II: tampoco para.
La señora de atrás no para de hablar. ¿Qué cosas dice? Que se yo. Murmura, refunfuña, secretea. Algo de la cadena de frío y los quesos que lleva en su bolsa plástica creo. Dice que ahora vamos a tener que esperar una eternidad porque, claro, ya pasaron cinco. En eso ves otra ilusión que se acerca. “Esta chica trae suerte”, eso si se lo escuché fuerte y claro y no se porqué, pero se refiere a mi.
Repleto.
La séptima es la vencida. Entonce subís, luchas para encontrar ese huequito y otra vez, lo peor: ya no tenes puesto el prendedor que te regaló tu abuela.
Conservas las esperanzas porque no ves de qué manera la llegada (ya tarde) a la facultad podría ser más infame. Ingenuidad. Y entonces reflexionas: tenes veinticinco, ya deberías saberlo.
El conductor cambia de recorrido sin previo aviso y así nada más, de un tirón, te arranca la posibilidad de elegir el mejor lugar para bajar.





Salir cuarenta y cinco minutos antes hacia la parada del Bondi ya no es suficiente. 

*Ciudad de Buenos Aires, 2009.

Mendoza, 2007.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Te vas, Domingo.

Madrugar                          el sábado
caminar  
trabajar
perder el clásico
pedalear
emborrachar(me)
reír
callar
dormir
soñar (lo de siempre)

desayunar (jugo de naranja)
pedalear otra vez
pensar
comprar
consumir
mirar
escuchar

pensar otra vez
saber


que ya no vamos a volver
a terminar del mismo lado de la puerta.


Rosario. Junio. 2007.



sábado, 5 de septiembre de 2015

De Palermo a Liniers.

Anoche pensé que volver a casa en el 34 sola
es muy aburrido 
Que me gusta más cuando subimos juntos, y yo me adelanto
a sacar el boleto
porque no quiero darte 3.50 de ventaja

Que mirar por la ventana 
las luces de los autos
O escuchar a un colombiano cansado
que vuelve de la feria
no es tan mágico

como cuando me das la mano
y en el último asiento, me acaricias con un beso
como si nadie nos viese

Como cuando huelo ese perfume
(que me gusta) de tu cuello
como si en algún lugar de la ciudad, nadie te esperase 

Y cuando estaba por llegar a la estación San Martín
dije, como siempre, que no hacía falta que me acompañes
que iba a estar bien
Pero me pediste que no diga tonterías
y bajaste conmigo

Para rodearme la cintura
con tu sonrisa
de las 3 de la mañana

Y abrazarme
sin fin
hasta las 3 y media.


Anoche pensé que volver a casa en el 34 sola
no es tan terrible
pero es muy aburrido. 




martes, 1 de septiembre de 2015

Texto inspirado en una mujer*


Andar por la ciudad
con los sentidos
atentos
despiertos
honestos...

...para ver 
cómo lo seco se vuelve vivo
y se muere, silenciosa,
esa huella efímera que hicimos

Sumergirse en el hastío
mientras el vientre aun siente
el calor profundo 
de tu aliento vacío

Y sacar una a una
las capas que cubren el nido
por el que alguna vez
se ha visto pasar tu río, tibio

para escuchar como sopla el viento
que te despeina las canas
que reflejan el camino
y el costado oscuro del destino

atento, despierto, honesto.


Seguimos cresiendo para ud. (sic).



*(Texto inspirado en una mujer que caminaba por la calle Uruguay, a la que alguna vez se la oyó suplicar al vacío:
-"quiero escuchar de tu boca, las palabras 'si, soy un boludo, te pido perdón', quiero escucharte decir que sos un boludo").

Conversaciones Subterráneas. Versiones.


El tiempo, una rueda mágica.


(...)

- Antes me entendías.

- Pero es que ahora no te entiendo, ¿qué queres que haga? No te entiendo.

- Pero antes me entendías.


 

Ella.
Él.

Antes.
Ahora.

lunes, 24 de agosto de 2015

Lunes en mi casa.




Me gustan los lunes en mi casa

son como un segundo domingo
un falso feriado
un puente de brazo largo





Me gustan los lunes en mi casa

puedo planear hacer todo lo que no hice antes
escribir mucho, cocinar bastante, dormir un poco
para después no hacerlo, como antes 

Me gustan los lunes en mi casa

barrer las migas del domingo
que dejó un desayuno tardío
y las cenizas de un sahumerio que olió a vainilla

Me gustan los lunes en mi casa

estudiar el sol de la terraza
que vuelve con la primavera
y se queda hasta el próximo otoño

Cambiar las sábanas grises por las blancas
y ojalá que a éstas también
las perfume tu nueva piel

Me gustan los lunes en mi casa

Hasta que llegan las 7 de la tarde
y vuelvo a sentir
ese agujero negro en mi

a donde caen, en picada, 
en manada
las últimas risas

los últimos besos
los primeros versos

Y en la heladera la lista del supermercado que todavía espera. 

domingo, 23 de agosto de 2015

Me vieron en un campo de maíz.


Me vieron en un campo de maíz
busco a lo lejos
y me pierdo en lo cercano.



El sol me ciega
y los pies llenos de tierra.
Parece que anoche llovió. 




Me vieron en ronda. 
Rodeada. Rondando.
Los niños hacían gracias. 

De pronto fui águila blanca
entre montañas. 
Volé. 

Me vieron nadando en un mar
Sube y baja. 
Sube y baja. 

Me vieron en un río
corriente abajo
Me cuidan los sauces

Tengo un cuaderno
un lápiz.
Dibujo.Camino. 

Me vieron rosa. 
Rosada y violeta. 
Mis pétalos enrulados.

Me vieron. 
Me veo.
¿Qué ves?

martes, 11 de agosto de 2015

Cosas que pasan en la prosa.




Cuando me despierto
quiero dormir un rato más

mientras me baño
te escribo versos en los azulejos
(que no te voy a mostrar).

Y en la taza del café
dibujo un mapa:

por acá vos, 
por allá, yo. 

Porque cuando pienso la libertad
vos ya no estás 

y cuando me imagino el amor...
No, ya no puedo imaginármelo

aunque, entre paréntesis, 
este par-en-tesis me gusta(s).

Y cuando me acuesto a dormir
me dan miedo mis sueños

Pero cuando me besas
soy alguien mucho mejor.